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Para que no me olvides, Mazatlán

Para que no me olvides, Mazatlán

Para que no me olvides, Mazatlán

¿Cómo estás corazón? Por el tiempo que tengo de conocerte adivino que te preocupa no visitarme pronto, pero quiero que recuerdes que aunque nos separemos, siempre volveremos a vernos para amarnos con más fuerza.

Yo te extraño tanto y no me atrevería a negarlo, especialmente cuando un atardecer me recuerda, desde tu andar al recorrerme de punta a punta, hasta aquellas noches de juerga al palpitar incontenible de mi corazón.

Soy aquella que te lleva al total desenfreno desde temprano, la que te mantiene despierto hasta el otro día, por eso sin ti mis alegres noches están vacías, y es que sin tu presencia, resulta inerte mi existencia.

Pero estoy segura de que pronto te tendré de nuevo entre mis brazos, para consentirte con todo mi sabor , que te enloquece tanto como mi vaivén desenfrenado y la completa calidez de mi ser.

Sé que te encanta devorarme y embriagarte con el elixir de mi tierra, de tono ligero pero refrescante, lo que tengo para darte todo a manos llenas. Quiero mientras volvemos a vernos, enviarte algunos recuerdos para que me sientas contigo.

Te envío la exuberancia de mi ser, esa que amas cuando me entrego a ti cada vez que llegas y te recibo de par en par y también te mando esta joya del centro de mi alma, que sin ti amor, es un rincón vacío y desolado.

Como sé que estás en casa, quiero llenarte de mi poesía y de unas cuantas notas de alegría, donde el Pacífico enaltece su magia.

Tuya por siempre: tu amada Mazatlán

Paraquenomeolvides

Los detalles de esta carta

1. Al decir “Recorrerme de punta a punta” la autora de esta carta se refiere al Malecón de Mazatlán, (21 km) que destaca por su longitud pero especialmente porque es un sitio lleno de vida y alegría.

Allí convergen mazatlecos y viajeros. Así que es común ver tanto a los locales ejercitándose como a familias paseando, novios caminando de la mano y amigos bailando al son de la banda.

Por ahí también se disfruta el pasar de las “Pulmonías”, cartitos típicos de Mazatlán que funcionan como taxis, perfectos para disfrutar de un paseo panorámico.

Malecón

2. El palpitar incontenible del corazón de la autora es en realidad, el resonar de los tambores de la banda sinaloense, un símbolo de la alegría mazatleca.

La Banda sinaloense es un género de la música regional mexicana, culturalmente establecido a finales del siglo XIX en Sinaloa.

Predominan sones tradicionales, rancheras, corridos, baladas románticas, cumbias, boleros, polkas, valses y mazurkas, según sea el ánimo de la gente.

Banda sinaloense

3. ¿Cómo olvidar las alegres noches de Mazatlán a las que se refiere la escritora de esta carta? La vida nocturna en este destino es sinónimo de desvelos consecutivos y de continuar la fiesta frente a la playa al otro día.

Incluyendo centros nocturnos legendarios como Valentino´s hasta opciones de más reciente apertura en los que igual se bebe una copa en total tranquilidad o se baila sobre el malecón hasta que amanece.

vida nocturna

4. Sería imposible dejar de lado el sazón mazatleco como se refiere la autora a la gastronomía de la región.

Los frutos del mar bendicen a esta tierra y sus cocineros se vuelven expertos en sacar el mejor provecho de la pesca, otorgando a sus comensales platillos frescos y exquisitos.

Basta con probar un Ceviche de pescado al estilo Sinaloa, una Caguamanta (estofado de mantarralla) o unos Tacos Gobernador (de camarón) para darse una idea de lo complicado que resulta elegir entre las opciones del menú.

Gastronomía

5. La calidez del ser de Mazatlán es, como lo imaginan queridos lectores, la que caracteriza a sus playas, algunas más apacibles que otras, pero todas hermosas.

Mazatlán cuenta con unos 128 kilómetros de playas bendecidas por el sol y divididas entre el Viejo Mazatlán y la Zona Dorada, en la que abundan los servicios turísticos.

Por ejemplo, Playa Cerritos y Playa Norte son perfectas para visitar en familia por sus aguas tranquilas, pero Playa Olas altas es la más buscada por los surfistas.

Playas

6. Seguramente queridos lectores, no les fue difícil adivinar cuál es el elixir de la tierra de Mazatlán, y están en lo correcto si pensaron que se trata de una cerveza.

La cerveza plisner Pacífico hecha en Mazatlán y perteneciente a Grupo Modelo es ligera y refrescante, y en 2013, FindTheBest la nombró como la mejor cerveza del mundo.

Cerveza Pacífico

7. Al referirse a la exuberancia de su ser, la autora muy probablemente está haciendo alusión a la Isla de Piedra, gracias a la cantidad de especies marinas multicolores que la rodean.

Se trata de un ejido al que desde Mazatlán se llega en una pequeña embarcación a unos 5 minutos de distancia.

Hoy es un sitio excelente para el descanso y la relajación con infraestructura turística, perfecto también para actividades como la pesca y para snorkelear y disfrutar de corales y maravillosa vida marina.

Isla de Piedra

8. El centro del alma mazatleca es sin duda la Plazuela Machado, localizada justo en el centro de este destino.

Allí, cafecitos y restaurantes de terraza se enfilan para rodear una bella plaza de artesanías, música y reuniones familiares.

Se rodea de elegantes edificios del siglo XIX, recintos culturales y galerías de arte.

Plazuela Machado

9. La poesía y notas de alegría de Mazatlán a la que se refiere la autora puede verse reflejada en el libro Lunes de Mazatlán de Amado Nervo, reconocido poeta nayarita.

Lunes de Mazatlán (crónicas: 1892-1894) reúne la prosa del escritor, una compilación que a los lectores traslada a los inicios de sus obras.

Amado Nervo

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