Hacienda Tepetlcalli: el secreto mejor guardado de Puebla

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Publicado el 1 diciembre, 2021

Entre Puebla y Veracruz hay un hotel como ningún otro, cuyas paredes son testigo del México de ayer y sus rincones, escenarios perfectos para el descanso y el romance: la Hacienda Tepetlcalli, en el corazón de Tepeyahualco, “la región de la casa del sol”. Sigue leyendo y descubre siete excelentes razones para vender o recomendar este fascinante hotel.

Antes de hablar de las razones por las cuales es una excelente idea vender o recomendar la Hacienda Tepetlcalli, es necesario conocer algunas generalidades del hotel. Es un hotel de lujo con todos los servicios, incluyendo dos restaurantes y un bar de shisha, spa y áreas húmedas, temazcal, alberca, capilla, diversos espacios para eventos, huerta y próximamente, una cava de vinos.

Por su singular ubicación

Situada en el pequeño pueblo de Tepeyahualco, Puebla, a 90 minutos de la capital del estado y a poco más de una hora de Xalapa, Veracruz, la Hacienda Tepetlcalli tiene una ubicación privilegiada. Pacífica y silenciosa, esta zona recibe a sus visitantes con campos que parecen extenderse hasta el infinito, cielos claros, rincones con encanto mexicano, y antiguos molinos y construcciones que cuentan historias de otro tiempo.

Es también el punto de partida ideal para visitar las atracciones turísticas de la zona, como el sitio arqueológico de Cantona, las hermosas lagunas de Alchichica y Atexcac, y las antiguas haciendas.

Por su fascinante historia

Los amantes de la historia encontrarán en esta hacienda un sinfín de historias de grandes personajes y aventuras memorables, cuyo esfuerzo, creatividad y pasión por la vida permitieron la existencia de este extraordinario espacio. La historia de la Hacienda comienza en el año de 1870, cuando Don Otilio Limón Cruzado, decide crear una casona para su familia. Con el paso de los años y la llegada de sus diez hijos, la propiedad comenzó a crecer hasta convertirse en una pequeña hacienda, con hermosos detalles y encantadores rincones. La llegada de la Revolución, sin embargo, forzó a la familia a mudarse a la Ciudad de México, dejándola abandonada por más de 20 años. Sin embargo, en 1937, el hijo de don Otilio volvió y se dedicó a rescatar la propiedad. Fue hasta 2006 cuando se llevó acabo un proceso de reconstrucción y remodelación para convertirlo en el espléndido hotel- hacienda que es hoy, buscando mantener su diseño original y su rica herencia cultural.

Sus preciosos ambientes, sin embargo, no son la única puerta al pasado de la región, pues en distintos rincones del hotel se expone una espectacular colección de arte y arqueología prehispánica, resultado de la gran pasión de Don Otilio. Hoy, se calcula que la colección cuenta con más de 5000 piezas.

Por sus sorprendentes habitaciones

La Hacienda Tepetlcalli cuenta con únicamente 32 habitaciones de diversas categorías, (habitaciones dobles y sencillas, junior suites, master suites, suites triples y la espléndida habitación presidencial) distribuidas en tres áreas: la indú-mexicana, la holística y la surrealista.

La decoración y amenidades de las habitaciones varían según el área donde se encuentren, pero todas cuentan con espléndidos detalles de arte cautivan todos los sentidos y amenidades que hacen memorable cualquier estancia. Sin duda alguna, hay que mencionar la suite presidencial, que cuenta con un jacuzzi, un bellísimo árbol y un ambiente espectacular.

Por sus deliciosos sabores

Para comer, la Hacienda Tepetlcalli cuenta con el agradable restaurante Atonaletzin, la puerta de entrada a las bondades de la tierra de la región poblana y veracruzana, abierto para desayunar, comer o cenar. Su menú contiene especialidades locales, como queso asado de cabra, sopa de alverjón, mole poblano y mixiote de cerdo, entre otras.

También está disponible el recientemente inaugurado restaurante Viento, construido entre las copas de los árboles, donde los comensales podrán disfrutar de cocina de autor en un ambiente excepcional.

Además de sus restaurantes, el hotel ofrece otras experiencias gastronómicas, como las catas de vino y queso en su cava (disponibles próximamente), los eventos privados en el comedor de Doña Sara y las deliciosas propuestas de mixología de su bar de Shisha.

Por sus rincones dedicados al bienestar

Para quien busque una escapada para relajarse y renovarse, la Hacienda Tepetlcalli es una opción incomparable. El hotel ofrece tratamientos para consentir cuerpo y alma impartidos por profesionales, como son diversos tipos de masajes, faciales, sauna, vapor y temazcal.

Las instalaciones del hotel incluyen tres salas de masaje individual, una sala de masaje para parejas con jacuzzi, baño turco y de vapor, temazcal y jacuzzi.

Por ser la sede perfecta de grandes eventos

Además de que el hotel tiene el tamaño ideal para grupos, ofrece también diversos espacios para la realización de todo tipo de eventos, con capacidad de 16 a 200 invitados. Cuenta también con una espléndida capilla, amplias áreas verdes, salones ideales para presentaciones y alianzas con proveedores de servicios.

Por sus experiencias únicas

Aunque simplemente pasear por la hacienda y descubrir sus detalles y secretos es toda una experiencia, en la Hacienda Tepetlcalli se realizan eventos especiales, como la “Noche Bajo las Estrellas”, que combina rituales espirituales con observación de estrellas en compañía de un astrónomo profesional, suculentos manjares y momentos únicos.

A la vez, está disponibles diversos recorridos por los alrededores, como la Ruta del Queso, el Recorrido de Lagunas, el recorrido a la zona arqueológica de Cantona, los paseos en bicicleta o caballo y mucho más.