México: Cantidad mata calidad
¡Pónganse sus lentes oscuros y saquen el sombrero de charro! México ha decidido que ser el sexto destino más visitado del mundo es poco, así que ahora quiere colarse al top 5 del turismo global. Porque más turistas equivalen automáticamente a más progreso, ¿verdad? Así que prepárense, porque la estrategia para lograrlo es digna de un guion de telenovela: mucha promoción, toneladas de marketing y una pizca de infraestructura… pero de seguridad, mejor ni hablamos.

Según las autoridades, el plan maestro para atraer más visitantes incluye diversificar la oferta turística (o sea, seguir vendiendo algo más allá de Cancún y CDMX), mejorar la conectividad (lo cual seguro significa más vuelos que llegan a aeropuertos sin funcionamiento decente) y consolidar la seguridad en destinos clave (que, esperemos, no implique solo pedirle a los turistas que viajen con estampitas de la Virgen de Guadalupe).
La meta es superar la barrera de los 50 millones de turistas internacionales, lo que suena espectacular hasta que recuerdas que de poco sirve tener a media Europa y Estados Unidos tirando dólares en la playa si los lugareños siguen sin acceso a agua potable. Pero, claro, primero lo primero: que vengan los turistas, ya luego vemos qué hacemos con las calles llenas de baches y la basura en las playas.

La frase “el turismo es el petróleo de México” vuelve a resonar en cada discurso gubernamental, aunque parece que a nadie se le ocurre que también podría ser el oro, si en lugar de solo contar turistas, les diéramos experiencias memorables. Pero bueno, lo importante es llenar los aeropuertos y que el mundo entero venga a ver lo bonito que es México… mientras no se desvíen de las rutas turísticas “seguras”.
Así que ya saben: si México logra su meta, seremos el quinto destino más visitado del mundo. Porque si algo hemos aprendido en este país, es que “más vale cantidad que calidad”, y “al turista lo que pida”… aunque los locales sigan esperando que el desarrollo les haga justicia.
