Café a Marte: ocurrencias con denominación de origen
Por Jesús Alonso, CEO de Travel Report
El Congreso, más cerca de los astros que de la tierra
En Veracruz el café no solo despierta a millones, también inspira a la diputada Victoria Gutiérrez Pérez, de Morena, a revelar que “científicos veracruzanos ya hicieron una nave para llevar café a Marte”. La frase no salió de un sketch de comedia ni de un libreto de La Carabina de Ambrosio, sino de la tribuna del Congreso local, ese espacio con 50 curules (30 de mayoría relativa y 20 de plurinominales) donde, más que leyes, parece flotar humo… de cafetera.
El currículo de la comandante
La autoproclamada promotora de la odisea interplanetaria preside la Comisión Especial del Café, aunque su historial académico quedó en licenciatura trunca. Su carrera política se mueve entre asesorías, secretarías técnicas y ahora, diputación local. Nada mal: con pocas materias aprobadas, logró despegar más alto que el mismísimo SpaceX. Porque en México, a veces es más fácil llegar a un curul que a un título universitario.
Astronautas de utilería
El anuncio marciano vino acompañado de “astronautas” de escenografía y aplausos de cortesía. “¿Qué no saben que en el espacio se toma café?”, preguntó la diputada. Lo que no explicó es si también se toman en serio las necesidades de los productores que, mientras ella sueña con Marte, venden su kilo de cereza en 18–21 pesos. Afuera, cafetaleros calculando pérdidas; adentro, legisladores jugando a la NASA con inflables. Una tragicomedia en vivo y a todo color.

Acto I: El café orbital
En su show intergaláctico, Victoria proclamó que Veracruz ya no solo exporta café a Europa, también lo hará al cosmos. Una visión futurista que podría ser entrañable… si no fuera porque en el mundo real 95 mil productores luchan contra precios bajos, intermediarios abusivos y caminos de terracería. Mientras tanto, la diputada convierte un foro conmemorativo en un sketch turístico: astronautas de plástico brindando café con aroma a ocurrencia.
Acto II: El cohete que nunca fue
La historia se apoya en el Proyecto Ares, un esfuerzo académico real para simular condiciones de vida en Marte. Serio, científico, limitado al ámbito experimental. Pero en el discurso político se volvió “nave espacial construida con manos veracruzanas”. Spoiler: no existe tal cohete. Lo único que sí despegó fue la imaginación… y las carcajadas en redes sociales. De paso, Veracruz quedó como trending topic, no por su café, sino por su Congreso.
Acto III: Cafetaleros en gravedad cero
En el mismo estado donde se presume conquistar el espacio, los cafetaleros siguen anclados a la tierra de precios bajos. Apenas reciben el 6–7% del valor final de cada taza. Ellos sí conocen la verdadera gravedad: la de las cuentas que no cierran, la de los intermediarios que muelen más que cualquier molino, la de las promesas políticas que nunca germinan. Marte queda lejos; el mercado justo, todavía más.

Acto IV: Cámara de Diputados, cámara de humo
El Congreso de Veracruz no es la NASA, pero se comporta como si fuera el Cirque du Soleil. Con diputados de mayoría relativa y plurinominales que entran más por dedazo que por méritos, se lanzó la frase histórica: “Vamos a conquistar Marte con café veracruzano”. Spoiler: los cafetaleros siguen sin carreteras para sacar la cosecha, sin créditos blandos, sin precios de garantía. Pero qué más da, ya tenemos “nave”.

Acto V: Turismo espacial, miseria terrenal
Imaginemos el tour: “Visite Veracruz, pruebe café, conozca la nave que no existe y llévese una selfie con un astronauta inflable”. Un producto perfecto para TikTok y para la comedia política. Mientras, el turista que pisa Coatepec o Huatusco lo que busca es café justo, experiencias auténticas, productores orgullosos. Lo que encuentra es un Congreso que huele más a torrefacto rancio que a café fresco.
Ovación intergaláctica
Y aunque usted no lo crea, dentro del Congreso hubo quien aplaudió semejante disparate. Así que uno ya no sabe quién es más bruto: ¿la que lo dijo o los que lo celebraron? Entre ambos lograron lo imposible: que Veracruz fuera trending topic sin mejorarle un centavo al productor. La ovación fue tan real como la nave: pura fantasía legislativa.

Pobre Veracruz
Al final, la diputada Victoria Gutiérrez Pérez demostró que para volar no hacen falta alas ni cohetes: basta con un micrófono y una buena ocurrencia. El café veracruzano merece promoción seria, con políticas de precios, infraestructura y comercialización justa, no espectáculos de ciencia ficción. Pero, por ahora, lo único interplanetario en el Congreso es la distancia sideral entre el discurso y la realidad.
Pobre Veracruz: tierra de café extraordinario, productores olvidados y ocurrencias legislativas con denominación de origen.

