Poza Rica y la Ruta Tajín

Puerta de entrada a la región Totonaca

En las oficinas de Travel Report en la Ciudad de México, Guillermo Salinas Cedillo – presidente de la Asociación de Hoteles y Moteles del Norte de Veracruz – nos plática con entusiasmo y orgullo. “Poza Rica no es solo petróleo; es la puerta de entrada a la cultura totonaca”, afirma. Históricamente conocida como la capital petrolera de México, esta urbe joven (fundada en 1951) ha florecido gracias al oro negro, pero Guillermo y muchos pozarricenses buscan ahora destacar otro tesoro: el Totonacapan, la tierra ancestral de los totonacas, cuya riqueza cultural palpita a escasos kilómetros de los campos petroleros. De hecho, la zona arqueológica prehispánica de El Tajín – orgullo de la región – se localiza apenas a 15 km de Poza Rica, consolidando a la ciudad como base ideal para explorar la herencia viva del norte de Veracruz.

De la riqueza petrolera a la riqueza cultural

Poza Rica es la urbe más grande del norte veracruzano y un importante centro comercial y de servicios. La ciudad colinda con Papantla – corazón del Totonacapan – y está conectada por modernas carreteras que facilitan el acceso a la sierra, la costa y las selvas donde floreció la cultura totonaca. Guillermo, quien creció en esta tierra de contrastes, recuerda cómo de niño veía encenderse los quemadores de gas en el horizonte y al mismo tiempo escuchaba las historias de El Tajín y los voladores que su abuelo solía contarle. “Siempre supe que Poza Rica era especial: una ciudad moderna rodeada de tradiciones milenarias”, dice, sintetizando esa dualidad entre progreso y raíces.

La Pirámide de los Nichos en El Tajín es uno de los monumentos más emblemáticos de la cultura totonaca y un recordatorio de la grandeza prehispánica que rodea a Poza Rica. “Cuando llevo a visitantes a El Tajín y veo sus rostros de asombro ante la Pirámide de los Nichos, recuerdo por qué nuestra cultura es única”, comenta Guillermo, orgulloso de esta ciudad prehispánica que en su apogeo fue capital totonaca y hoy es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

A media hora de Poza Rica se encuentra Papantla, pueblo mágico conocido como “la ciudad que perfuma al mundo” por el dulce aroma a vainilla que impregna sus calles. Allí, la cultura florece en cada esquina: en sus murales, en los talleres de vainilla de Papantla, y sobre todo en el rito ancestral de los Voladores, reconocido por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. “Cada vez que veo a los voladores danzar en el aire, se me enchina la piel”, confiesa Guillermo.

Papantla es además el único municipio de México con tres reconocimientos UNESCO: la zona arqueológica de El Tajín, la ceremonia ritual de los Voladores y el Centro de las Artes Indígenas, inscrito en la lista de Buenas Prácticas de la UNESCO. “La esencia totonaca está presente en nuestra manera de vivir; está en la lengua que hablan nuestros ancianos, en la gastronomía de las Mujeres de Humo, en la medicina herbal que aún practicamos”, señala Guillermo.

Nace la Ruta Tajín: turismo con alma veracruzan

Consciente del potencial turístico, Guillermo Salinas y otros empresarios locales decidieron conectar todos estos atractivos bajo una misma propuesta: la Ruta Tajín. Más que un simple circuito, es producto, plataforma y campaña: un itinerario sugerido, un catálogo de experiencias y un esfuerzo de difusión. “La Ruta Tajín no es solo un itinerario turístico, sino un puente que conecta a las personas con nuestras raíces, nuestras tradiciones y nuestra identidad”, afirma Guillermo.

Las campañas publicitarias se han enfocado en dos frentes: “Ruta Tajín, la aventura comienza” para el mercado nacional y “Ruta Tajín, conoce la esencia de México” para el mercado internacional, presentadas incluso en FITUR. Próximamente vendrán nuevas fases: “Playas con aroma a vainilla” y “Poza Rica, destino de congresos”.

Conectividad y acceso

Hoy, llegar a Poza Rica es más fácil que nunca: está a 250 km de la Ciudad de México por carretera, con corridas frecuentes de ADO/Futura, y cuenta con vuelos directos del Aeropuerto Felipe Ángeles a Poza Rica operados por AERUS, con conexiones gracias a Viva Aerobus. “Hace unos años pocos turistas se animaban por la distancia; ahora un vuelo de una hora nos conecta con la capital”, subraya Guillermo.

Itinerario sugerido

Lo ideal son 4 a 5 noches:

• Días 1–2 (Ciudad): Base en Poza Rica. Visita a El Tajín, talleres en el Centro de las Artes Indígenas, la Danza de los Voladores, murales de Papantla, un vainillal y el Museo de la Vainilla.
• Días 3–4 (Playa): Costa Esmeralda/Tecolutla, campamento tortuguero certificado y gastronomía de mariscos.
• Día 5 (Aventura): Cascada El Encanto, descenso en los rápidos de Filobobos o taller de globos de cantoya en Zozocolco.

En fin de semana, la ruta puede comprimirse en 2 o 3 noches.

Turismo de reuniones: un nuevo eje

La disminución de la industria petrolera obligó a diversificar. Hoy, Poza Rica cuenta con una infraestructura hotelera robusta y capacidad para eventos de hasta 1,500 personas. Venues como el Parque Takilhsukut permiten congresos con experiencias culturales integradas. “Queremos atacar todos los segmentos; el turismo de negocios deja una derrama más importante y tenemos todo para lograrlo”, enfatiza Guillermo.

Consejos para agentes de viajes y meeting planners

1. Vender el binomio MICE + experiencias auténticas.
2. Recomendar 2 noches ciudad + 2 noches playa.
3. Usar la plataforma de Ruta Tajín, con catálogo de hoteles, operadores y experiencias.

Operadores certificados: PSGS Tours y Papantours.

Epílogo

Al concluir nuestra charla en la Ciudad de México, Guillermo sonríe y deja una última reflexión: “Soy pozarricense y soy totonaca. Quiero que cuando la gente escuche ‘Poza Rica’ piense en la alegría de nuestra gente, en la belleza de El Tajín, en el sabor de la vainilla y en el vuelo de los voladores. Queremos compartir todo esto con el mundo”.

Así, Poza Rica deja de ser solo un enclave petrolero para convertirse en la puerta de entrada al Totonacapan, el lugar donde el viajero encuentra cultura viva, playas tranquilas y naturaleza imponente. Una invitación a descubrir la esencia de México desde el corazón veracruzano.