México

Barro mexicano: una tradición milenaria

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Utilizado en vasos, jarritos, vajillas, pocillos para café, platos hondos para pozole y una infinidad de piezas más, las artesanías de barro son un elemento inseparable de la cultura mexicana. Y para celebrar esta hermosa y práctica tradición, aquí te diremos de dónde proviene el barro, qué tipos de barros existen y donde conseguir las mejores artesanías de barro mexicano.

¿De dónde viene el barro mexicano?

El barro que ellos utilizan viene de la tierra, específicamente del tipo de roca llamada feldespática. Al mezclar este barro o arcilla con agua se crean la caolitina o el silicato de aluminio, formando la especie de lodo que es con la que trabajan los artesanos. Dependiendo del nivel de erosión que sufre la arcilla o su nivel de hidratación, el barro obtiene diferentes características como el color.

En México, tenemos la suerte de contar con grandes alfareros y varias minas de barro. Algunos estados donde se encuentran estas minas incluyen a Veracruz y a Hidalgo.

¿Cómo se elaboran las piezas de barro?

Una vez que se tiene la caolitina, lodo, los alfareros moldean las piezas para crear platos, jarros, tacitas, figuras o cualquier otro objeto que deseen crear. Para que la pieza se endurezca es necesario ponerla a cocer; de lo contrario, regresa a su forma original. Para su cocción, la pieza debe hornearse a más de 300 ºC. El horno que se utiliza depende de la región, puede ser con ladrillos de adobo, al aire libre o en un agujero en el suelo.

Tipos de barro utilizados en México

Los alfareros mexicanos trabajan con tres tipos de barro, principalmente:

Barro negro: 100 por ciento mexicano

Este tipo de barro es icónico de Oaxaca, especialmente, del poblado de San Bartolo Coyotepec. Su emblemático color es resultado del color gris claro de la arcilla que utilizan y que cambia de color al ser cocidas a fuego lento.

La elaboración de piezas con barro negro es laboriosa y lenta, ya que una sola pieza requiere mínimo de un mes para su preparación. Primero los artesanos tienen que limpiar el barro de cualquier tipo de impurezas. Después, cuando ya han creado su pieza, deben dejarla reposar mínimo cuatro días para empezar a hacer las decoraciones. Una vez que ya se han terminado las decoraciones, se tiene que dejar secar entre 26 y 28 días. Posteriormente, la pieza ya está lista para el horno –que es un horno bajo tierra– donde, el humo del horno también ayuda a que su color cambie.

Si quieres conocer algunos de los lugares perfectos para escaparte a Oaxaca, lee esta entrada.

Barro rojo

Eeste es el tipo de barro más popular entre los alfareros mexicanos. Su característico color se debe al óxido de hierro. Es el clásico barro que se utiliza en jarrones, vajillas, tazas o algunas decoraciones.

Barro verde

Este tipo de barro también es famoso en Oaxaca, en Santa María Atzompa; aunque, su elaboración y distribución no es tan grande como la del barro rojo y el negro. Esto se debe a que los artesanos tienen que invertir más tiempo y recursos que no siempre recuperan con la venta. Su color se debe a elementos como el magnesio o el óxido de hierro, también hay alfareros que le agregan greda para obtener el tono de verde perfecto.

Dato curioso: por sus propiedades antibacterianas, el barro verde también es utilizado en mascarillas para el rostro.

¿Dónde comprar artesanías de barro mexicanas?

Existen varios lugares en los que se pueden adquirir artesanías mexicanas hechas de barro.

En Michoacán, por ejemplo, se pueden conseguir este tipo de artesanías en Capula, Patamban, Tzintzuntzan y Pátzcuaro. En Morelos, el pueblo de Tlayacapan es conocido, entre otras cosas, por su Feria del Barro. En el Estado de México, los dos pueblos alfareros por excelencia son: San Pedro Tecomatepec y Metepec. Por supuesto, en Oaxaca, donde, además del barro negro, también se trabajo con el barro rojo y el verde.

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