Gastronomía

La comida más peligrosa del mundo

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Si hablamos de la comida más peligrosa del mundo no podemos dejar de mencionar al Pez globo. Dicen que es un manjar, incluso comer solo “un poquito” del hígado o la piel del pez para sentir el peculiar hormigueo en los labios.

Por naturaleza, el pez globo se infla para protegerse de sus depredadores y envenena a su captor con una sustancia denominada tetrodotoxina, letal para los peces y los humanos, ya que la cantidad que contiene es suficiente para matar a 30 personas.

Foto: Steemit

En España está prohibido su consumo y en Nueva York se importa refrigerado y en trozos, sin las partes venenosas, y puede consumirse una probadita pagando unos 60 dólares.

El Fugu japones, entre la comida más peligrosa del mundo

Los chefs en Japón deben tener licencia para preparar el pez globo y practicar entre 2 a 5 años antes de obtenerla.

A la fecha, aún no se ha podido evitar un margen de error y quienes piden este caro platillo (4,000 pesos aproximadamente) deben hacerlo bajo su propio riesgo.

El “Fugu” se sirve sancochado en trozos de sashimi o a la parrilla. Sin embargo, hay quien se atreve a pedirlo crudo ante la mirada aterradora de los presentes, quienes saben que podría ingresar al hospital por intoxicación antes de pedir el postre.

Qué efectos tiene la tetrodoxina

Foto: Freepik

La tetrodoxina paraliza los nervios, causa parálisis facial y envenenamiento al instante o en un máximo de 24 horas. Mientras reduce el metabolismo y la frecuencia cardiaca a niveles muy peligrosos.

Si no sobreviven a un lavado de estómago, las víctimas no dejan de estar conscientes hasta que mueren por asfixia.

La parte más peligrosa del pez globo es el hígado, al contener la mayor cantidad de veneno.

El alimento que te convierte en “Zombi”

Como si fuera un capítulo de The walking dead. En 1997 el antropólogo Roland Littlewood y el medico Chavannes Douyon publicaron una investigación en la que estudiaron a 3 personas que se decía en Haití “habían regresado de la muerte como zombis”.

La brujería y la santería son creencias extendidas en Haití. Se creía que era posible controlar el alma de una persona obligándola a realizar diversas tareas.

Los hombres y mujeres que cometían un delito o algún acto rechazado socialmente, eran castigados.

Los encargados eran los sacerdotes del vudú “zombificándo” a las personas para que vagaran en soledad.

Entre los 70 y 80 varias personas reconocieron estar cautivas en situaciones físicas y mentales deplorables.

En 1980, el científico Wade Davis encontró una base científica para dicho fenómeno. Era un polvo que podía envenenar a las víctimas limitando sus facultades mentales.

En realidad, era una potente neurotoxina llamada tetrodotoxina, encontrada en el pez globo. Que era suministrada en ciertas dosis a las víctimas para no matarlas, pero sí dominar su voluntad.

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