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10 experiencias entrañables en la Ciudad de Oaxaca

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Oaxaca es una de las ciudades coloniales más hermosas de México, un sitio Patrimonio Cultural de la Humanidad que puede ser visitado a lo largo del año, ofreciendo múltiples alternativas para vivir experiencias únicas y entrañables. ¡Qué bonita eres Oaxaca! Y es que la riqueza de sus tradiciones culturales, la extensa variedad de su comida típica y la templada suavidad de su clima, son algunos de sus principales atributos. Sin embargo también posee un importante acervo de manifestaciones culturales, en especial sus fiestas religiosas con sus típicas calendas y mayordomías.

Pero también se han gestado aquí importantes corrientes de arte contemporáneo que ya han dado la vuelta al mundo.

Y por si esto no fuera poco, la ciudad está rodeada de impresionantes montañas y dos importantes sitios arqueológicos, Mitla y Monte Albán, herencia zapoteca de más de 2 mil años de antigüedad.

Son muchos los atractivos con los que cuenta la ciudad de Oaxaca y fue realmente desafiante traerles una lista de 10 imperdibles. Consideramos que las experiencias que aquí les presentaremos son dignas de vivirse con la certeza de que permanecerán por siempre en su memoria.

Convivir con los lugareños

La gente oaxaqueña es cálida y amable. Pocos anfitriones cómo ellos para recibir y hacer sentir al turista que está en su casa.

Pues fíjense que muchos se lo han tomado en serio, varios extranjeros han adoptado esta ciudad como su segunda residencia. Es una joya colonial, pero sobre todo porque su gente es la que le imprime una personalidad y esencia única.

Aquí no necesitas ningún guía, ellos te llevarán por los sabores y tradiciones de su cultura, tienen historias increíbles sobre su cocina, bailes, artesanías y te contagiarán su algarabía en fiestas y festivales, que por cierto hay a lo largo del año.

Esta es la identidad que fascina y que los distingue, por ello, contagiarte de su pasión será tu mejor experiencia de viaje.

Impresionarse con el Árbol del Tule

El Árbol del Tule es el testigo mudo más antiguo de la capital Oaxaqueña, aquel que ha visto pasar 2 mil años de historia y que sigue creciendo para sorpresa de todos quienes lo visitan, sobre todo por primera vez.

Nadie puede pasar por alto respirar el mismo aire que este legendario ahuehuete de caprichosas formas que se ubica a 13 kilómetros de la Ciudad de Oaxaca, sobre la carretera que conduce a Mitla.

Es justo en el atrio de la iglesia de Santa María del Tule donde luce orgulloso sus hojas verdes y su ancho tronco de gruesa corteza que con un poco de imaginación, y el apoyo de algún guía, evoca las más variadas siluetas.

Tiene un peso cercano a las 550 toneladas, un diámetro de 42 metros y una altura de 40 metros, pero para que imaginen aún mejor sus dimensiones, a su sombra se calcula que podrían cobijarse más de 500 personas.

Impactarte por su propuesta artística

Oaxaca es un semillero de artistas. Artesanos que representan con su talento las más exquisitas figuras en barro negro, o caprichosas y coloridas formas en los tradicionales alebrijes, hasta artistas plásticos que han llevado con su obra, el amor por su tierra alrededor del mundo.

Acércate a galerías y museos que exponen lo mejor de su trabajo, sentirás que el tiempo no pasa una vez que te encuentras frente a su trabajo. Es una parte de tu viaje que no debes desaprovechar.

Ejemplo de ello es el Centro Cultural Santo Domingo, el Museo de Artes Populares o El Museo de Arte Contemporáneo MACO, que muestra que el presente y el pasado se pueden integrar en una experiencia valiosa y original. Teniendo especial pertinencia en el ámbito de Oaxaca.

Tampoco puedes perderte la obra de grandes artistas como Pantaleón Ruiz o Francisco Toledo quien en 1988 creó el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO) que cuenta con una extraordinaria colección de grabados que suman alrededor de cinco mil obras.

Comer en sus mercados

La cocina oaxaqueña es una de las más variadas y exquisitas de México. En los mercados de la ciudad encontrarás la verdadera y única sazón oaxaqueña, ese que se pasa de generación en generación.

Sólo necesitas dar un paseo por el mercado 20 de noviembre para encontrarte con un mundo de olores y sabores: mole, chiles, tortillas recién hechas, tamales, y chapulines tostados y bien crujientes.

En la parte sur del mercado el aroma te llevará como un imán hacia asadores con carbón al rojo vivo que están listos para preparar frente a tus ojos el corte de tasajo que recién has adquirido, así de fresco! Ahora imagínate a lo que sabe!

A sólo unos metros podrás comprar el perfecto complemento: tortillas recién hechas, quesillo, chiles, salsa y bebidas. Ojalá que así fuera toda la comida rápida!

Y no podemos dejar de mencionar las dulces tentaciones, en la calle de Mina, se encuentran muchas tiendas donde el chocolate, y las mezclas de granos de cacao con almendras y canela son la principal mercancía. El aroma atraviesa calles y seduce a distancia.

Admirar el arte textil

El arte textil oaxaqueño, que brota de las manos artesanas, plasma la identidad de distintos pueblos y regiones del estado. Conocer su proceso de elaboración resulta toda una experiencia.

Con sus antiguos telares de cintura o de pedal y empleando en su elaboración lana teñida con tintes naturales, los textiles que identifican a la Ciudad de Oaxaca, en especial los productos de mantelería, son característicos por sus inigualables diseños de reminiscencia prehispánica y colonial.

Si quieres adentrarte a este proceso vale la pena que tomes algún tour por localidades cercanas donde existen talleres abiertos al turismo en Teotitlán del Valle, Mitla y Tlacolula.

No dejes de adquirir cobijas, jorongos, alfombras y tapetes en mercados como el Benito Juárez o de Artesanías. Los diseños son de lo más variado y van desde códices y personajes zapotecas, hasta reproducciones pictóricas de Tamayo o Toledo.

Y tratándose de Oaxaca, donde los textiles no sólo plasman la belleza que brota de las manos artesanas, sino que además le dan identidad a los distintos pueblos y regiones, en este estado no podía faltar un museo dedicado a este arte.

El Museo Textil de Oaxaca se ubica en una antigua construcción que sobrevivió a un intento de demolición hasta que la Fundación Harp compró la casa y el convento, para convertir este último en un centro cultural y la casa en el museo que desde el 2008 rinde tributo al arte regional en tela.

Así que ya lo sabes, son varias las vías de encontrarse con esta maravillosa expresión artesanal, un motivo más para enamorarse de la ciudad de Oaxaca.

Tomarse un mezcal

Y como dice el conocido refrán, Para todo mal mezcal y para todo bien, también.

Las alternativas son infinitas puedes conocer su producción en alguna fábrica, visitar Matatlán o disfrutarlo en alguno de los restaurantes del Centro Histórico de la Ciudad.

A diferencia del tequila, que sólo se fabrica con agave azul, las variedades de mezcal se logran con una mezcla de distintas familias de agave. Si visitas Matatlán entenderás mejor su producción.

Así es, varias familias que montaron pequeñas destilerías te invitan a pasar a conocer el proceso de corte, machacado y horneado de las hojas, para finalmente pasar el jugo por una doble destilación y reposado en barricas.

Y obviamente el tour está acompañado de la degustación de las variedades que ellos producen.

Y fíjense que la clasificación del mezcal se divide en tres grandes ramas, según su añejamiento. A más largo proceso, mejor sabor y también mayor será el precio, elije el que más te guste y no dejes de llevarte uno a casa.

Cualquiera que sea la experiencia que elijas no hay nada como el mezcal oaxaqueño y lo mejor es saborearlo a la tradicional: con salecita de gusano en una mano, naranja al otro, al centro y pa’ adentro.

Disfrutar de sus fiestas, tradiciones y experiencias

El estado de Oaxaca es sinónimo de tradiciones, folklore, fiestas y experiencias que a lo largo del año atraen la mirada de visitantes nacionales e internacionales, principalmente a la ciudad capital.

La Guelaguetza, la Noche de Rábanos o la Semana Santa son festividades a las que por lo menos hay que ir una vez en la vida, la ciudad se transforma, se llena de alegría y se contagia la mística oaxaqueña, esa que hace que todos regresen a esta ciudad a lo largo del año y quieran pertenecer a ella.

La “Guelaguetza” o “Fiesta de los Lunes del Cerro” es la máxima celebración, es el punto de reunión de los diferentes pueblos para celebrar el orgullo de sus costumbres, gastronomía y cultura en un gran teatro al aire libre.

Cada año el Cerro del Fortín, en las cercanías de la ciudad, se viste de gala para recibir a cientos de visitantes para disfrutar de este colorido encuentro, cuyos orígenes se remontan a la época prehispánica y se relacionan con el culto a la deidad del maíz.

Así, a lo largo del año la ciudad se viste de colores y muestra su identidad a través de diversos eventos. No se pueden perder la festividad de Todos Santos y Las Calendas, en la víspera de Navidad, son experiencias inolvidables.

Hierve el Agua

Hierve el agua se ubica solo 70 kilómetros de la capital oaxaqueña y es un verdadero espectáculo natural que por ningún motivo te puedes perder.

Se trata de dos impresionantes cascadas petrificadas, formadas hace miles de años, por el escurrimiento de agua carbonatada. Desde los manantiales, el agua desciende por cantiles de más de 50 metros de altura.

En la parte superior, hay unas pequeñas pozas donde brota dicha agua a unos 24 grados centígrados. Desde ahí, el agua escurre, pero debido a la fuerte carga de minerales, en su caída va dejando sedimentos.

Es ahí donde se puede admirar la mano de la naturaleza, muy paciente, durante miles de años, esculpiendo capa a capa las caídas de agua que se deslizan 50 metros barranca abajo.

Originalmente, éste fue un lugar sagrado para la etnia zapoteca, según indican los vestigios de un antiguo sistema de riego de hace más de 2,500 años. Hoy el área es todo un atractivo turístico, cuenta con vestidores, restaurante y cabañas.

Aprovecha tu visita para maravillarte por este escenario y de paso disfrutar de sus pozas naturales y una vista panorámica, las experiencias son únicas.

Pasear por su centro histórico

El centro histórico de Oaxaca es un ejemplo perfecto de ciudad colonial del siglo XVI. Su patrimonio monumental es uno de los conjuntos más ricos de arquitectura civil y religiosa del continente americano.

Pocas ciudades se disfrutan tanto a pie, su patrimonio monumental se ha mantenido casi intacto y a lo largo de sus calles apreciarlo es todo un espectáculo.

No dejen de sorprenderse con su catedral, el templo y ex convento de Santo Domingo, los templos de la Compañía de Jesús, San Agustín, San Felipe Neri y San Juan de Dios y el gran Teatro Macedonio Alcalá.

Ahora imagínense combinar toda esta belleza con la vida cotidiana de los oaxaqueños que imprimen a todo este legado monumental su personalidad única.

Por eso, te aseguramos que no te cansarás de recorrer sus calles, detenerte en algún comercio, curiosear en las tiendas de artesanías solo sentarte en una banca y contemplar el paso de la gente, ya es una de sus experiencias en sí misma.

Monte Albán

Monte Albán es un sitio arqueológico que se encuentra a 10 kilómetros de la ciudad de Oaxaca y constituye el centro ceremonial más grande e importante de la cultura zapoteca.

De la ciudad de Oaxaca puedes tomar un taxi que te dejará en la entrada de esta importante zona ubicada en un altiplano que posee una mística muy especial, y que gracias a sus 500 metros de altura, permite apreciar una estupenda vista de todo el valle.

Así es, pareciera que el único ruido que existe en Monte Albán es el de la brisa, y que no hay color que deslumbre más que el azul del cielo.

Al llegar a su imponente explanada de 300 metros de largo, se descubren una singular variedad de formas arquitectónicas en sus monumentos. Acércate a sus tres estructuras principales, todas con funciones primordialmente ceremoniales: la Plataforma Sur, el Juego de Pelota Grande y el edificio de los Danzantes.

Tanto Monte Albán como Mitla son testigos de la historia y de nuestra herencia prehispánica, y no importa el número de veces que las visites, su riqueza y misticismo te atrapará al instante.

Visiten la página oficial del estado para ver más experiencias.

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