Aeropuerto
Adiós a quitarse los zapatos en aeropuertos de EE. UU.
Desde el martes 8 de julio de 2025, una de las prácticas más universales y, para muchos, tediosas de los viajes aéreos modernos ha llegado a su fin. La Administración de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (TSA, por sus siglas en inglés) ha anunciado oficialmente la eliminación del requisito de que los pasajeros se quiten los zapatos al pasar por los controles de seguridad. Esta medida histórica, de efecto inmediato en todos los aeropuertos del país, promete transformar la experiencia de millones de viajeros, agilizando los procesos y reduciendo significativamente los tiempos de espera.
El fin de un ritual de seguridad post-2001
La política de “quitarse los zapatos” no era una simple molestia, sino un pilar de la seguridad aeroportuaria implementado rigurosamente durante casi dos décadas. Su origen se remonta al 22 de diciembre de 2001, cuando Richard Reid, conocido como el “shoe bomber”, intentó detonar explosivos ocultos en su calzado durante un vuelo de París a Miami. Este incidente marcó un antes y un después, llevando a la TSA a instaurar la medida como una capa de defensa crucial contra amenazas similares. Ahora, gracias a la evolución de la tecnología y a una reevaluación estratégica, ese capítulo se cierra.
¿Por qué ocurre este cambio justo ahora?
La decisión de revertir esta política se fundamenta en la confianza del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) en las capacidades de los sistemas de detección actuales. “Gracias a nuestros avances tecnológicos de vanguardia y a nuestro enfoque de seguridad de múltiples capas, confiamos en que podemos implementar este cambio manteniendo los más altos estándares de seguridad”, declaró la Secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem.
El avance clave reside en la implementación generalizada de escáneres de tomografía computarizada (CT) en los puntos de control. Estos equipos, similares a los utilizados en el campo médico, generan imágenes 3D de alta resolución del contenido del equipaje y, por extensión, del calzado, permitiendo a los oficiales identificar amenazas potenciales con una precisión sin precedentes y sin necesidad de una inspección física por separado.
Una nueva y mejor experiencia para el viajero
Para el pasajero promedio, el impacto es directo y positivo. Se acabaron los malabares para quitarse los zapatos mientras se sostiene el equipaje de mano, la incómoda caminata en calcetines por el suelo del aeropuerto y el tiempo extra necesario para volver a calzarse. Este cambio alinea la experiencia del pasajero estándar con la que ya disfrutaban los miembros del programa de viajero confiable TSA PreCheck®.
Es importante destacar que, si bien la norma general es mantener los zapatos puestos, los agentes de la TSA conservan la autoridad para solicitar una inspección adicional si un calzado en particular activa una alarma o si un pasajero es seleccionado para una revisión aleatoria.
¿Significa que la seguridad se ha reducido?
Las autoridades han sido enfáticas en que este cambio no compromete en lo más mínimo la seguridad aérea. Por el contrario, representa una evolución hacia un modelo de seguridad más inteligente y eficiente. El sistema de la TSA se basa en múltiples capas de defensa que operan en conjunto:
- Tecnología de escaneo avanzada: Uso de escáneres corporales y de equipaje de mano de última generación que detectan una gama cada vez más amplia de amenazas.
- Equipos caninos (K9): Perros altamente entrenados en la detección de explosivos que patrullan constantemente las terminales.
- Oficiales de detección de comportamiento: Personal especializado en identificar patrones de conducta sospechosos entre los pasajeros.
- Inspecciones aleatorias: Un componente impredecible y fundamental que disuade a posibles adversarios.
Una noticia celebrada por la industria
La noticia ha sido recibida con un aplauso generalizado por parte de viajeros, aerolíneas y expertos de la industria de la aviación. Durante años, diversas asociaciones consideraron esta regla como uno de los mayores cuellos de botella en los puntos de control. Se prevé que la medida no solo mejore drásticamente la eficiencia operativa de los aeropuertos, sino que también contribuya a reducir el estrés y la ansiedad que muchos pasajeros asocian con los viajes aéreos.
En resumen, los viajeros que se dirijan a los aeropuertos de Estados Unidos a partir de hoy pueden esperar un proceso de seguridad notablemente más rápido y cómodo, manteniendo los pies firmemente calzados en el inicio de una nueva era para los viajes aéreos.
Para obtener los detalles más actualizados sobre las políticas de seguridad, artículos permitidos y otros consejos de viaje, se recomienda a los pasajeros consultar el sitio web oficial de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA).