Puebla será sede del Tianguis Turístico 2027
Puebla 2027, entre el mole y la modernidad del Tianguis Turístico
(Basada en hechos tan reales que ni los ángeles quisieron desmentirlas)
🎬 ACTO I. EL MILAGRO SE REPITE (PORQUE LA FE MUEVE PRESUPUESTOS)
Los boletines bajaron del cielo: Puebla será la sede del Tianguis Turístico 2027.
Y sí, ya lo había sido en 2013, cuando se prometió una “nueva era del turismo mexicano”.
Doce años después, seguimos en la misma era… pero con más hashtags y menos paciencia.
Las autoridades poblanas, con la solemnidad de procesión, repiten la fórmula:
“Tenemos historia, cultura, gastronomía y ángeles.”
Todo cierto. Pero también tienen baches, deudas y un aeropuerto que despega por fe.
La ciudad vuelve a la pasarela del turismo nacional, y los funcionarios sonríen con la devoción del que ve en un evento una oportunidad de canonización presupuestal.

💰 ACTO II. EL TURISMO COMO RELIGIÓN, NO COMO INDUSTRIA
En Puebla, el turismo se predica más de lo que se planifica.
Según el Observatorio Turístico, el sector representa 8.9 % del PIB estatal —lo cual suena piadoso hasta que uno recuerda que Volkswagen sola mueve más del 40 %.
El estado se balancea entre el mole y el motor: una mano en la cazuela y otra en la línea de ensamblaje.
La planta de Audi en San José Chiapa genera más titulares que la Secretaría de Turismo, y el Tianguis llega como incienso de diversificación: una misa en nombre de la derrama económica.
Puebla vende mística, pero factura con refacciones.
🍭 ACTO III. EL ARTE DE ELEGIR SEDES (O REPARTIR MILAGROS)
El Tianguis Turístico no se elige por inspiración divina: se negocia, se acomoda, se sufre y se bendice políticamente.
Cada estado ofrece lo suyo: playas, estadios, tacos, discursos y muchas veces sueños guajiros y realidades transformadas.
Puebla, en cambio, ofrece barroco institucional: la mezcla exacta entre obediencia partidista, accesibilidad logística y fe institucional.
Ser sede del Tianguis es tener buena relación con el centro, suficiente hotelería, aeropuerto a medio funcionar y un discurso capaz de sobrevivir tres secretarios de turismo.
Y Puebla cumple con todo eso.
Porque, al final, no gana quien más turistas tiene, sino quien mejor se empina… para rezar.

🚗 ACTO IV. EL ESTADO AUTOMOTRIZ QUE QUIERE SER DESTINO TURÍSTICO
Puebla es un caso curioso: produce coches, pero presume conventos.
Habla de gastronomía mientras exporta autopartes.
El turismo crece, sí, pero la economía real huele a gasolina alemana.
El 40 % del PIB estatal lo controlan las armadoras; el turismo apenas intenta entrar a cuadro.
El reto no es atraer visitantes, sino convencer a los inversionistas de que los hoteles también generan empleo.
Y sin embargo, el Tianguis puede ser su gran momento: convertir la potencia industrial en relato turístico.
El Tour del Pistón y la Chalupa suena más realista que el del amor y la paz: visita la planta VW, prueba mole, compra talavera en forma de vocho.
Marketing celestial, con aroma a aceite y canela.
🌮 ACTO V. LAS VENTAJAS, LOS BACHES Y EL HUMOR POBLANO
Logísticamente, Puebla es un milagro… con topes.
A dos horas de la CDMX (o tres si llueve), tiene hoteles, salones, comida y tráfico de inspiración divina.
Y si falta hospedaje, el plan B es igual de pintoresco:
Cholula, con terrazas frente al Popocatépetl, o Tlaxcala, que esta vez sí existirá en el mapa turístico.
El aeropuerto Hermanos Serdán despega vuelos y esperanzas; los taxistas preparan la tarifa “Tianguis Premium”; los restaurantes imprimen menús con inglés autodidacta (“Chicken in nut sauce”); y los políticos ensayan discursos con más adjetivos que resultados.
La burocracia, como siempre, aporta su milagro favorito:
“No hay presupuesto, pero hay voluntad.”

🕯️ EPÍLOGO. PUEBLA, ALTAR DEL TURISMO NACIONAL
El Tianguis Turístico 2027 promete ser el más inclusivo, luminoso y barroco de todos los tiempos.
Llegarán los secretarios, los influencers, los compradores y los santos patronos del networking.
Y Puebla se vestirá de procesión, entre drones y canapés, con la esperanza de que esta vez sí deje algo más que camotes agotados y baches bendecidos.
Los poblanos, mientras tanto, lo resumen con ironía sagrada:
“Si no tenemos playa, tenemos procesiones.
Si no hay mar, hay mole.
Si no hay lugar, dormimos en Cholula.
Pero el Tianguis, ese sí, ya es nuestro.”
💀 MORALEJA
En México, los destinos no se eligen: se canonizan.
Y si el turismo necesitaba un altar, lo encontró en Puebla:
la tierra donde el mole es dogma, el camote souvenir y el discurso, sacramento.
Porque si algo sabe Puebla, es que cada milagro necesita tres cosas:
una foto oficial, un boletín de prensa
y un souvenir envuelto en papel celofán.
Dato duro:
- Turismo = 8.9 % del PIB estatal
- Industria automotriz = 40 % del PIB
- Puebla aporta 3.5 % al PIB nacional
- Crecimiento turístico 2022: +14.4 %
Dato curioso:
Puebla ya fue sede del Tianguis Turístico en 2013.
Doce años después, repite con fe, mole y política.
Riesgo latente:
Que el Tianguis deje más selfies que infraestructura.

