México

Explora la zona arqueológica de Edzná, Campeche

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Cuenta la leyenda que cuando los españoles llegaron a la península de Yucatán se sorprendieron al encontrar grandes ciudades. Dicen que ellos pensaron que fueron hechas por hombre que se consideraban dioses. Y eso es lo que provoca la zona arqueológica de Edzná, Campeche.

Hoy a más de 500 años de la conquista, aún es posible admirar vestigios de una de las civilizaciones más asombrosas del mundo antiguo: Los mayas.

Y es que durante más de tres mil años, la selva y el bosque del sureste mexicano cobijó el desarrollo de quienes han sido llamados durante siglos “Los hijos de la tierra”, dejando en cada rincón de la región las huellas de su pasado glorioso. Hoy una de las antiguas ciudades mayas mejor conservadas es Edzná.

Esta zona arqueológica fue habitada por los Itzaes, uno de los linajes mayas que alcanzó mayor poder en la península de Yucatán e instaló aquí una de sus capitales.

La historia de Edzná

Edzná cuyo nombre significa “Casa de los Itzaes”, se localiza a 61 kilómetros de la capital del estado.

En este antiguo centro ceremonial se pueden admirar plazas, patios, calzadas y palacios.

Además de 30 estelas que muestran como fueron sus gobernantes, así como eventos políticos, militares y religiosos que aquí se realizaron.

Son las estelas, temas iconográficos,  elementos arquitectónicos y las tendencias decorativas, lo que ayuda, a revelar la identidad de cada ciudad prehispánica.

El sitio, además de contar con excelente arquitectura, contaba con un alto desarrollo de ingeniería. Muestra de ellos son sus más de 100 canales y presas.

Estructuras imperdibles de Edzná

Se han encontrado más de 200 estructuras, entre los que destacan plataformas, basamentos, edificios y conjuntos habitacionales. En esas estructuras es posible observar diversos estilos arquitectónicos como Petén, Puuc y Chenes.

El edificio principal es una pirámide de cinco pisos, que es una construcción de más de 30 metros, alineada al comportamiento de los astros.

Se cree que esa construcción servía como mirador para observar el territorio de Ah Kim Pech, hoy Campeche, donde otras grandes ciudades florecieron.

También destaca la Plataforma de los Cuchillos que contó con aposentos de techos abovedados en los extremos y su sector central fue reutilizado para erigir habitaciones más modestas techadas con materiales perecederos.

Otro de los atractivos de la zona es el Templo de los Mascarones. Cuenta con dos representaciones del dios solar, al amanecer y al atardecer, hechas de estuco modelado.

Ambos mascarones tienen características antropomorfas con atributos estéticos de propios de la elite. Atributos como estrabismo, mutilación dental, narigueras, orejeras y grandes tocados zoomorfos.

Además, alberga un juego de pelota compuesto por dos estructuras paralelas en cuya parte superior se levantan algunas habitaciones.

Se cree que posiblemente fueron utilizadas para colocar en ellas las imágenes de las deidades asociadas al evento.

De hecho, este espacio es uno de los que a causado mayor número de hipótesis. Aunque todavía no se sabe si eran sacrificados los ganadores o perdedores, continúa siendo uno de los vestigios más impresionantes.

La Luz de los Itzaes

Otro de los atractivos es el espectáculo de luz y sonido que consiste en iluminar esta majestuosa zona arqueológica.

El sonido de caracoles antecede a las primeras frases: “No más oscuridad, no más tinieblas, no más luchas en el reino de Xibalbá”.

Durante una hora es posible admirarla de diversas tonalidades, mientras se narra su importancia, su época gloriosa y la decadencia del sitio.

Lo cierto es que admirarla de noche o de día, iluminada de colores o por los rayos del sol, sigue siendo una sorpresa.

Y es que esta ciudad maya si parece haber sido construida por hombres que se creían dioses.

Si quieres saber más sobre las culturas que hace más de 500 años habitaron México, te interesará descubrir las zonas arqueológicas más imponentes del país.

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